Durante mucho tiempo, la relación entre los pobladores del Impenetrable y el yaguareté o tigre -como se lo conoce en la zona-, no fue buena.
Perseguido y cazado por su piel o por represalia ante conflictos con la ganadería, destruidos muchos de los bosques donde habitaba y disminuidas en número sus presas naturales, el yaguareté chaqueño fue llevado al borde de la extinción.
Hoy, la esperanza renace de la mano de un ambicioso programa de recuperación de la especie a partir de Qaramta, uno de los últimos ejemplares silvestres, y su cruza con hembras de cautiverio.
Visitando a Isis, una de las hembras alojada en El Impenetrable, los pobladores de los parajes vecinos de este parque nacional comienzan un nuevo vínculo con el yaguareté. Para que el tigre pase de ser ignorado o perseguido, a ser un motivo de orgullo y esperanza.
Paso a paso, el yaguareté y el hombre están forjando una nueva relación en la que ambos se benefician, mediante la designación de tierras silvestres protegidas y el desarrollo de economías regenerativas basadas en el ecoturismo.
Fuente : El Impenetrable
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