18/03/2024

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Keiko Fujimori y su esposo se separaron, pero el proceso judicial contra ambos continúa

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Fujimor es acusada por la Fiscala de ocultar por lo menos el equivalente a un milln de dlares en aportes hechos por diversas fuentes Foto AFP
Fujimor es acusada por la Fiscalía de ocultar por lo menos el equivalente a un millón de dólares en aportes hechos por diversas fuentes. (Foto: AFP)

La separación de la excandidata presidencial peruana Keiko Fujimori y su esposo, Mark Vito Villanella, no cambiará el desarrollo del proceso judicial contra ambos por supuestos lavado de activos y otros delitos, advirtieron fuentes de la Fiscalía y juristas independientes.

“Pueden separarse, pueden divorciarse, puede morir uno de ellos y el proceso continúa. Una separación no trae ninguna consecuencia”, explicó el penalista Mario Amoretti respecto al caso por el que la Fiscalía pide 30 años de cárcel para Fujimori y 22 para Villanella.

Asimismo, el fiscal del caso, José Domingo Pérez, afirmó que solo tendrá que aclararse si la pareja seguirá representada por la misma abogada, Giulliana Loza, o si uno de los dos recurrirá a un nuevo apoderado.

Fujimori y el estadounidense Villanella, que hasta ahora daban la impresión de formar una sólida pareja, anunciaron esta semana mediante las redes su separación, tras 18 años de matrimonio, sin explicar detalles.

“Después de una amplia reflexión, les comunicamos que Mark y yo hemos decidido terminar nuestro matrimonio. Lo estamos haciendo en los mejores términos y reafirmando nuestro compromiso de seguir educando y sosteniendo con mucho amor a nuestras hijas”, escribió en Twitter la líder del partido de derecha radical Fuerza Popular (FP).

De inmediato, en los medios estallaron especulaciones respecto a si trataba de problemas internos de la pareja o de una “separación estratégica” para los procesos, aunque esa última posibilidad perdió fuerza ante las explicaciones de que no hay cambios de fondo en la forma en que el Poder Judicial maneje el caso.

Medios como el semanario Hildebrant en sus Trece afirman que la crisis comenzó hace unos cuatro años, en el tiempo en que Fujimori estuvo en prisión preventiva y Villanella le dio muestras públicas de solidaridad, incluso con una huelga de hambre de 12 días contra el “injusto” encarcelamiento.

De hecho, se documentó que desde fines del año pasado la dirigente tramitó permiso ante el juez del caso, Víctor Zúñiga, para vivir aparte junto con sus dos hijas adolescentes. Así, las tres residen desde aproximadamente marzo en una casa de propiedad de la familia materna de la excandidata.

Los Fujimori en el saludo de fin de ao pasado por redes sociales keikofujimori
Los Fujimori, en el saludo de fin de año pasado por redes sociales. (@keikofujimori)

Fujimori, de 47 años, quien perdió por escasas diferencias las elecciones presidenciales de 2011, 2016 y 2021, es acusada por la Fiscalía de ocultar por lo menos el equivalente a un millón de dólares en aportes hechos por diversas fuentes, incluidas la constructora brasileña Odebrecht y el poderoso conglomerado peruano Romero, a sus primeras campañas.

Según las investigaciones fiscales, Fujimori, otros dirigentes de FP y personas allegadas a ella, como Villanella, montaron un esquema para legitimar el dinero obtenido sin reportes y usarlo para provecho personal, lo que los hace supuestamente responsables de delitos como lavado de activos y pertenencia a una “organización criminal”.

Básicamente, señala la Fiscalía, la excandidata y su entorno inventaron explicaciones sobre el origen del dinero, del que dijeron que provenía de campañas de financiación -como reuniones sociales por las que se cobraba la entrada- o del aporte en pequeñas sumas de militantes o simpatizantes de FP que después negaron haber entregado fondos.

Esta semana, en coincidencia con el anuncio de la separación, la Corte Suprema de Justicia desechó un pedido del fiscal Pérez para que Fujimori regrese a la cárcel en forma preventiva, por considerar que no hay razones para pensar en un peligro de fuga o de alteración procesal.

«La Corte rechazó las acciones infundadas de un fiscal que, como no tiene elementos sólidos en mi caso, insiste en pedidos que no tienen sustento. Día a día se va confirmando que mi prisión preventiva fue injusta”, reaccionó la excandidata en Twitter.

“No es posible que nuevamente en las redes sociales (Fujimori) me mencione, sin señalar mi nombre, con el objetivo de incitar algún tipo de agravio contra mí”, respondió Pérez. “No guarda la compostura ni la conducta procesal que debería tener cualquier procesado”, añadió.

Fujimori estuvo presa 13 meses en la cárcel femenina Santa Mónica en Lima entre 2018 y 2019. En 2020 se le dieron otros 15 meses, pero cuando habían transcurrido tres se la liberó en el marco de la reducción de personal en prisión por la pandemia de coronavirus.

Durante ese tiempo, Villanella, hijo de un empresario italiano condenado a prisión en Estados Unidos por evasión fiscal, dio permanentes muestras de solidaridad con su esposa, lo que incluso en predios antifujimoristas fue interpretado como señal de la solidez de la pareja.

“Si me acusan por ser esposo de Keiko, que me condenen”, afirmó entonces Villanella, un corredor de bienes inmuebles, respecto a la decisión de la Fiscalía de incluirlo como acusado por ser supuestamente uno de los orquestadores del plan.

La pareja se conoció en 2002, cuando ella, hija del entonces prófugo y ahora encarcelado expresidente Alberto Fujimori, cursaba una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. Lo que según ellos fue amor a primera vista se consolidó con un suntuoso matrimonio en Lima en 2004.

Durante muchos años, la evidentemente holgada situación económica de la pareja generó especulaciones, pues ninguno de los dos podía demostrar su origen: ella no tuvo otros empleos aparte del de congresista de 2006 a 2011 y a él, sin estudios superiores, se lo veía libre todo el tiempo.

Después, los allegados argumentaron que Fujimori recibe un salario de unos 4.000 dólares mensuales de parte de FP y que Villanella obtiene comisiones de hasta 130.000 dólares anuales como corredor de bienes raíces, oficio para el que dice que se capacitó con un curso de cuatro meses en una escuela nocturna.

La pareja suele ser blanco del ácido humor de sus detractores, que a través de las redes se burlan del supuesto origen sospechoso de su fortuna y le atribuyen a él, a partir de sus declaraciones y gestos, un nivel intelectual inferior al promedio.

Tras el anuncio de la separación, tanto Fujimori como Villanella han hecho publicaciones en los que insisten en que mantienen una buena relación y rechazan las especulaciones.

A pesar de las derrotas electorales, Fujimori es reconocida cono una de las líderes de más fuerza y se le ve como artífice de las caídas de los presidentes Pedro Pablo Kuczynski en 2018 y Martín Vizcarra en 2020 y de la ofensiva contra el actual mandatario, Pedro Castillo.


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