
Sanae Takaichi, una política de corte ultraconservador del Partido Liberal Democrático (PLD), hizo historia al convertirse en la primera mujer al frente del Gobierno en Japón. Takaichi fue investida primera ministra tras una votación que superó en ambas cámaras del Parlamento. Sustituirá a Shigeru Ishiba, compañero de partido, que deja el cargo después de poco más de un año al frente de la cuarta economía del mundo y tras haber sufrido dos batacazos electorales.
Sanae Takaichi este martes 21, cuando fue elegida. Editar epigrafeEditar embed
La nueva jefa del Ejecutivo tampoco lo tendrá fácil para gobernar en un momento de incertidumbre global, guerras comerciales desatadas por su principal aliado, Estados Unidos, y el buen puñado de incendios domésticos, que van del elevado coste de la vida que atenaza a los japoneses a la baja natalidad, pasando por el creciente rechazo a la migración.
Sanae Takaichi se declara ferviente admiradora de la premier británica Margaret Tatcher. Editar epigrafeEditar embed
Más allá de los giros que aguarden en la siempre volátil política japonesa, su llegada a lo más alto del Ejecutivo tiene un poder simbólico en una sociedad en la que persiste una enorme brecha entre mujeres y hombres, especialmente en el ámbito político y de negocios. Paradójicamente, la Cámara baja, la de mayor relevancia política, que le ha concedido el apoyo en la primera vuelta, cuenta solo con un 16% de mujeres.
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