
María Cristina Astesuain era una persona afable, amiguera y muy comprometida con su comunidad.
Hija de don Juan Astesuain, comerciante de la mítica cuadra del 400.
Dirigente de la comparsa Bahía cuando los corsos centrochaqueños escribían su mejor página en las décadas del ’60 y ’70.
Presidente de la Comisión de Corsos e integrante de referencia en la comisión que elegía las reinas de la Fiesta Nacional del Algodón.
Coreuta de cuánto coro se promovió en la ciudad.
La cultura termal pierde a una de sus personalidades y Cultura reconoce a esta mujer luminosa que nos regala como herencia su presencia laboriosa, amable y de total entrega.
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